
Hay una cuerda entre tu casa y la mía que quiere mantenerse tersa y suave.
Una cuerda que nos separa cuando quieres alcanzar el reloj y pararlo.
Y es la misma cuerda que le damos a mismo reloj cuando empieza la cuenta después de la batalla.
Es la cuerda que fue meta, y que ahora sería hilo dental. Para estar cerca de tu boca siempre.
Y es el reloj que nunca tuve y que querría tener para contar los minutos que quedan hasta que todo vuelva a estar como siempre.
¿Cómo es como siempre?
Siendo, sólo siendo, imagino
Una cuerda que nos separa cuando quieres alcanzar el reloj y pararlo.
Y es la misma cuerda que le damos a mismo reloj cuando empieza la cuenta después de la batalla.
Es la cuerda que fue meta, y que ahora sería hilo dental. Para estar cerca de tu boca siempre.
Y es el reloj que nunca tuve y que querría tener para contar los minutos que quedan hasta que todo vuelva a estar como siempre.
¿Cómo es como siempre?
Siendo, sólo siendo, imagino
Será como tú quieras que sea. Seremos como nos planteemos, sin más. Ese reloj está esperando en algún lugar a que vayamos a por él.
Como todo lo que separa esta ciudad, se puede medir en fracciones de 20 o 25 minutos, no?
Nada de tristeza, algo de añoranza quizá, no más.
Que la distancia más larga sea la medida de un bigote de ratón, o de gato. ¿vale?
Posted by
Gato negro |
Tuesday, February 26, 2008 11:46:00 am
Yo también quiero que todo vuelva a ser como siempre. Como yo siempre quise que fuera siempre. Y cuano digo siempre, es siempre.
Saludos
Posted by
Trapi |
Tuesday, February 26, 2008 1:06:00 pm
hola compi!
he estado mirando tu blog, me gustan muchas cosas, citaré, por ejemplo, morfosintaxis, muy grande.
te leeré a menudo!
nos vemos en el cocktail.
Posted by
Txe Peligro |
Wednesday, February 27, 2008 10:38:00 pm
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Escribo para ti, para mi, para contarte y que descifres cuando quieras lo que necesites. Para hacerte recordar, para guiñarte un ojo, para darte la mano, para sonreír contigo... Gracias por comentar