Abrazos
E intentos por construir algo bonito debajo de tanto llanto. Y tantas historias echadas por tierra, y con la tierra por debajo, construir encima, en algún caso, y en tantos otros, intentar volver a reconstruir. Cuando está todo derribado y no quedan siquiera estructuras firmes.
Y de arquitectura va la coas. Y también de biología. Y del norte otra vez... Y que todas las historias son la misma repetida, y cuando se acaba y se retoma tantas veces no sé hasta qué punto podemos volver a ver luz... O hasta qué punto, en el caso de que la veamos, resulta veraz, o el simple reflejo de lo que querríamos que fuese. El manido destello de una ilusión (como recurso lingüístico).
Pero bueno... quizá mañana vuelva a escribirme después de meses de desconexión y me cuente que volvió a ponerle la mano encima. Y que esta vez sí que es la última.
Y lo ves por la tele, o escribes la pieza y la lees olvidando las caras... Y yo de veras recuerdo a veces, el muro y la llamada de ella llorando... Y veía la oscuridad del garaje de la casa del tipo que la perseguía. Y que aquella amiga subió a buscarla en su coche a pesar de que ya no eran amigas...
Porque nos dejó a todas, a ellas más que a mí. Nos dejó a todas pero nos llamó porque él quería pegarla. Y hoy me cuenta que reescriben algo bonito después de sus ataques de pánico de agosto estudiando en casa.
Y todo porque fueron al cine.
Y creyó ver en aquella, la primera cita.
Y la luz que ve ahora seguramente sea la del proyector...
O puede que no lo sea
E intentos por construir algo bonito debajo de tanto llanto. Y tantas historias echadas por tierra, y con la tierra por debajo, construir encima, en algún caso, y en tantos otros, intentar volver a reconstruir. Cuando está todo derribado y no quedan siquiera estructuras firmes.
Y de arquitectura va la coas. Y también de biología. Y del norte otra vez... Y que todas las historias son la misma repetida, y cuando se acaba y se retoma tantas veces no sé hasta qué punto podemos volver a ver luz... O hasta qué punto, en el caso de que la veamos, resulta veraz, o el simple reflejo de lo que querríamos que fuese. El manido destello de una ilusión (como recurso lingüístico).
Pero bueno... quizá mañana vuelva a escribirme después de meses de desconexión y me cuente que volvió a ponerle la mano encima. Y que esta vez sí que es la última.
Y lo ves por la tele, o escribes la pieza y la lees olvidando las caras... Y yo de veras recuerdo a veces, el muro y la llamada de ella llorando... Y veía la oscuridad del garaje de la casa del tipo que la perseguía. Y que aquella amiga subió a buscarla en su coche a pesar de que ya no eran amigas...
Porque nos dejó a todas, a ellas más que a mí. Nos dejó a todas pero nos llamó porque él quería pegarla. Y hoy me cuenta que reescriben algo bonito después de sus ataques de pánico de agosto estudiando en casa.
Y todo porque fueron al cine.
Y creyó ver en aquella, la primera cita.
Y la luz que ve ahora seguramente sea la del proyector...
O puede que no lo sea
¿Por qué escribes triste últimamente? Quiero sonrisas y risas contagiosas y pelirrojas gritando y saltando por la calle. Cuéntame.
Posted by
alZhu |
Wednesday, October 18, 2006 12:15:00 am
Hay luces que es mejor ni ver. Hay temas de los que no soy capaz de escribir.
Posted by
Natxo sin parentesis |
Wednesday, October 18, 2006 1:44:00 am
Una historia que creo haber escuchado...No es tristeza, es vida llenada de todo tipo de recuerdos. LAs sonrisas son para unos momentos, las lágrimas también. Me gusta ver que continuas cargando tu pluma para seguir contando.Creo que pronto volveré.
GATO NEGRO
Posted by
Gato negro |
Wednesday, October 18, 2006 2:37:00 am
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Escribo para ti, para mi, para contarte y que descifres cuando quieras lo que necesites. Para hacerte recordar, para guiñarte un ojo, para darte la mano, para sonreír contigo... Gracias por comentar