
Fue instintivo.
Se repetían las frases que entierro cuando tengo miedo.
Volvieron como tiburones gigantes.
A Dentelladas.
Tan, tan, tan real.
Que daba miedo.
Los olores, las voces, los suspiros.
Te desvanecías en el aire.
Y como fue instintivo, también te llamé, como todas esas veces que he tenido pesadillas, con lo mismo.
Pero esta vez no podrías decirme que me estaba equivocando.
Porque ya no estábamos juntos.
Pero tampoco necesitaba que lo hicieras.
Sólo escucharte. Y que me escucharas.
Y lo hiciste.
Y me impulsé un poco para arriba.
Y estuvo bien.
Y lo otro... no quiero saberlo. Porque como dice Lombao, "sobrevivo, pero no soy masoca"
Se repetían las frases que entierro cuando tengo miedo.
Volvieron como tiburones gigantes.
A Dentelladas.
Tan, tan, tan real.
Que daba miedo.
Los olores, las voces, los suspiros.
Te desvanecías en el aire.
Y como fue instintivo, también te llamé, como todas esas veces que he tenido pesadillas, con lo mismo.
Pero esta vez no podrías decirme que me estaba equivocando.
Porque ya no estábamos juntos.
Pero tampoco necesitaba que lo hicieras.
Sólo escucharte. Y que me escucharas.
Y lo hiciste.
Y me impulsé un poco para arriba.
Y estuvo bien.
Y lo otro... no quiero saberlo. Porque como dice Lombao, "sobrevivo, pero no soy masoca"
Post a Comment
Escribo para ti, para mi, para contarte y que descifres cuando quieras lo que necesites. Para hacerte recordar, para guiñarte un ojo, para darte la mano, para sonreír contigo... Gracias por comentar