Nostalgias y otras montañas rusas
Debo tener pánico a abrir la libreta. Creo que es así porque he reventado -y no precisamente en estrellas- en un día sin fecha. Lo hubiera evitado de ser como antes. Y antes, ayer, me di cuenta de que hace tiempo que me dijiste que ya no era como antes, y yo me daba cuenta. Pensé, inútilmente, que había trascendido a aquello, pero estos días me he dado cuenta de que la apatía, que nunca entendí, hasta ahora, como falta de empatía, me hace daño, pero la ignoro.
No sé, si como la cara y las arrugas de los años, como los huesos y todas las cosas que evolucionan, es normal que yo me vaya haciendo dura, más egoísta, cuando hace años no era así... Me endurezco y esto duele. Pero no lo pienso, pienso, será que hay algo que me duele más... O simplemente no pienso en absolutamente nada, como llevo tiempo haciendo, y no miro hacia atrás ni hacia los lados; apenas hacia delante.
No sé qué creer o qué pensar, pero la vida es esto. Un "esto" que no sé interpretar desde hace mucho y que he olvidado cómo hacer mío. En ocasiones pensaba en mi al otro lado del espejo, como Alicia, pero lo que veía que no me convencía, porque no era yo. Y me doy cuenta de que inevitablemente, hace tiempo que no sé quién soy. Y quiero exigirme averiguarlo...
¿Qué sentido tiene no querer hablar con nadie a menos que esté completamente feliz o todo sea perfecto? De esta manera, pasan meses sin hablar con nadie, siquiera con los que más quiero, por no derrumbarme. Será que he tenido tantos secretos escondidos en los puños durante tanto tiempo, que ahora me queman las manos y trabajo con ellas vendadas. Y con el filtro de los recuerdos taponado, obligatoriamente. Porque el reloj es caprichoso, y los sueños -que siempre fueron metas- duelen.
La valentía es otro concepto sobre el que quiero pensar...
Debo tener pánico a abrir la libreta. Creo que es así porque he reventado -y no precisamente en estrellas- en un día sin fecha. Lo hubiera evitado de ser como antes. Y antes, ayer, me di cuenta de que hace tiempo que me dijiste que ya no era como antes, y yo me daba cuenta. Pensé, inútilmente, que había trascendido a aquello, pero estos días me he dado cuenta de que la apatía, que nunca entendí, hasta ahora, como falta de empatía, me hace daño, pero la ignoro.
No sé, si como la cara y las arrugas de los años, como los huesos y todas las cosas que evolucionan, es normal que yo me vaya haciendo dura, más egoísta, cuando hace años no era así... Me endurezco y esto duele. Pero no lo pienso, pienso, será que hay algo que me duele más... O simplemente no pienso en absolutamente nada, como llevo tiempo haciendo, y no miro hacia atrás ni hacia los lados; apenas hacia delante.
No sé qué creer o qué pensar, pero la vida es esto. Un "esto" que no sé interpretar desde hace mucho y que he olvidado cómo hacer mío. En ocasiones pensaba en mi al otro lado del espejo, como Alicia, pero lo que veía que no me convencía, porque no era yo. Y me doy cuenta de que inevitablemente, hace tiempo que no sé quién soy. Y quiero exigirme averiguarlo...
¿Qué sentido tiene no querer hablar con nadie a menos que esté completamente feliz o todo sea perfecto? De esta manera, pasan meses sin hablar con nadie, siquiera con los que más quiero, por no derrumbarme. Será que he tenido tantos secretos escondidos en los puños durante tanto tiempo, que ahora me queman las manos y trabajo con ellas vendadas. Y con el filtro de los recuerdos taponado, obligatoriamente. Porque el reloj es caprichoso, y los sueños -que siempre fueron metas- duelen.
La valentía es otro concepto sobre el que quiero pensar...
dificil quitarse las vendas....duele quitárselas cuando las manos están quemadas, pero ayuda a cicatrizar...
Posted by
Anonymous |
Sunday, May 31, 2009 2:04:00 pm
Post a Comment
Escribo para ti, para mi, para contarte y que descifres cuando quieras lo que necesites. Para hacerte recordar, para guiñarte un ojo, para darte la mano, para sonreír contigo... Gracias por comentar