Tuesday 31 March 2009

foto de óscar corral




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Saturday 28 March 2009

Pesadilla

Siempre he tenido una relación mágica y trágica con los números 2 y 3. Una especie de maldición que me hace pararme todos los 23 o 2 del 3 a pensar si ese día es especial. No me pasa con más días que esos (y el 15...)

La maldición del 23, podría llamarle. Dos números que jamás me gustaron pero que llevan escrito un mensaje oculto que, al igual que pasa el día del calendario, se va emborronando con las lluvias.

Porque este año olvidé su cumpleaños. Me paré, ciertamente, a pensar qué tenía ese día y no fui capaz de dar con ello... Hoy, justo hoy, me di cuenta de que se me había pasado su cumpleaños. Hace cuatro años me hubiera parecido mentira olvidarme de tu cumple... Aún queda esperanza, entonces, para poder pensar con menos intensidad en otras historias bonitas. Aunque ahora me parezca impensable.

Es bonito el 23. Todo un clásico... 23. La edad en la que más sueños cumplí, en la que más besos di... El cumpleaños de A. El cumpleaños de B. 23. Mi hermana cumplirá 23 este año y yo la envidio. Es impar y suma 5. Que también es impar. Como el 7.

Fijaos... Pasan los días, y también pasan los años, y con el tiempo casi a la misma velocidad unos que otros. Pero pasan los nombres, y los cuerpos, y los labios... y el ritmo es bastante más lento.

Tan lento que a veces duele.

Y a veces volver a tomar medida de uno mismo va rompiéndose y despegándose como la costra de una herida.

Dicen que merece la pena.
Te lo diré cuando deje de despertar con sensaciones pasadas pegadas a la piel como los ojos recién abiertos

¿Qué hora es? ¿Y por qué no me llamas?

Y 4 será C.

Thursday 5 March 2009

Lo material es solo eso: madera, tela, algodón, caucho, papel... material. Una mesa sólo es una mesa. Aunque para mi hoy sea la cámara topográfica de todas tus habitaciones.

Cualquiera de los elementos podría acabar con ellos.

El agua, disolver tus notas de papel.
El fuego, destruir absolutamente todo.
El aire se llevaría todas las palabras que aún vienen en el mismo viento.
La tierra, enterraría todo vestigio de lo que aún quedase a la vista.

Algunas noches, cuando ya es noche avanzada, cuando resuenan las campanas, dan las horas, los cuartos y las medias... Será porque suenan fuerte los postigos de la ventana y cuando los ojos de trapo, -los suaves, los que nunca se cierran- me miran apoyados al otro lado de la almohada, veo en ellos la rapsodia de los elementos.

Se me vienen a ráfagas, a bocanadas, a dentelladas... me ahogan los recuerdos con un solo indicio material que desencadena una ola de imágenes.

Pienso en Sabina con sus 19 días y sus 500 noches.

Y decido cerrar los ojos, darle la espalda al trapo, aunque duele y decidir qué toca soñar hoy y qué sueños se cumplirán mañana.

Remite


  • kay

  • Llegué por casualidad y por una conversación de cafetería envuelta en dudas. Encontré en los paraísos electrónicos los abrazos más auténticos... viajé sola por Kioto, por Dresden, embotellé lluvia y suelto lastre. Ahora sólo escribo, de oficio. Y en septiembre de 2009, años después de posarme para aterrizar, vuelvo a emprender una aventura voladora; desnuda y rellena de letras. bienvenido
radiografía
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tinta y prosa
y letras e historias con máscara
y cristales rotos...
y tus ojos, reinterpretándolo todo



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