Artículo mes Julio
de http://magazine.diariosigloxxi.com/noticia.php?id=25112
Los sonidos del agua
Belén Kayser
Las llamas crepitan en la orilla. Luces que llegan hasta donde la vista alcanza. Música, risa, sonido de agua. Luna llena, y aguas escondidas. Pasan por inexistentes, aunque no lo son en ningún caso. Esperamos las doce para saltar las olas y quemar todo lo malo. Y un año más que arranca.
Hundiendo los pies en la arena, sintiendo la insignificancia del ser humano en propia carne, el oído se agudiza para separar sonidos. Y el fuego se funde con la arena que llega a la orilla.
Es la melodía del chasquido o el arañazo. De la pecera que duerme cauta, y de los elementos que se expanden y se contraen, en la noche más mágica del año.
Y mi mano, colocada contra el muslo, comenzó a sentirlo. Era una pequeña aguja que se clavaba incesante y dulcemente contra la palma. Sin tragedia, sólo pequeñas rallitas de agua, de lluvia tímida, como mis sentidos viviendo al máximo desde el subconsciente libre frente al mar en calma de la media noche.
Y las olas, que no siempre llegan lentamente, me desafiaban a ritmo escalonado, hijas crecientes del dios invisible de las mareas, que las reducirá a espuma.
San Juan, llovía, y la costa perfilada por arena oscura. De huellas movedizas.
Y las mentes respirando salitre, haciéndose hueco en el tiempo que se expande, mágicamente, cuando se está lejos de todo lo cerrado.
Y en lo abierto, la obertura de las conchas, que desde la melodía que todos conocen y nadie puede reproducir, sino con el alma, llegan siempre solas, de una a una y sin pareja a la orilla. Restos fúnebres, bellos e inertes.
Nunca podrán preguntarles si pelearon para salir de allí dentro. En cualquier caso, hoy quieren notar el agua en gotitas, tendidas en la arena, y dejando que la lluvia suave las cubra.
Foto por Gato Negro
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Los sonidos del agua

Belén Kayser
¿Alguien acierta en describir sonidos? |
Hundiendo los pies en la arena, sintiendo la insignificancia del ser humano en propia carne, el oído se agudiza para separar sonidos. Y el fuego se funde con la arena que llega a la orilla.
Es la melodía del chasquido o el arañazo. De la pecera que duerme cauta, y de los elementos que se expanden y se contraen, en la noche más mágica del año.
Y mi mano, colocada contra el muslo, comenzó a sentirlo. Era una pequeña aguja que se clavaba incesante y dulcemente contra la palma. Sin tragedia, sólo pequeñas rallitas de agua, de lluvia tímida, como mis sentidos viviendo al máximo desde el subconsciente libre frente al mar en calma de la media noche.
Y las olas, que no siempre llegan lentamente, me desafiaban a ritmo escalonado, hijas crecientes del dios invisible de las mareas, que las reducirá a espuma.
San Juan, llovía, y la costa perfilada por arena oscura. De huellas movedizas.
Y las mentes respirando salitre, haciéndose hueco en el tiempo que se expande, mágicamente, cuando se está lejos de todo lo cerrado.
Y en lo abierto, la obertura de las conchas, que desde la melodía que todos conocen y nadie puede reproducir, sino con el alma, llegan siempre solas, de una a una y sin pareja a la orilla. Restos fúnebres, bellos e inertes.
Nunca podrán preguntarles si pelearon para salir de allí dentro. En cualquier caso, hoy quieren notar el agua en gotitas, tendidas en la arena, y dejando que la lluvia suave las cubra.
Foto por Gato Negro
Qué bien leerte otra vez. Te escribí pero no recibí respuesta. Me acordé de ti en Berlín, recordé lo mucho que te gustaba y cuando decías que hacía falta más de una semana para verlo. Tres días, desde luego, no dicen nada pero te entran unas ganas tremendas de volver y saborearlo de verdad. Mucho frío y muchas fotos. Ahora tengo un curso de Fotografía digital todo el mes. Tardes libres. ¿Te me regalas un día?
Posted by
alZhu |
Monday, July 02, 2007 2:54:00 pm
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Escribo para ti, para mi, para contarte y que descifres cuando quieras lo que necesites. Para hacerte recordar, para guiñarte un ojo, para darte la mano, para sonreír contigo... Gracias por comentar